Rosaria y sus cuatro hijos (Simone, Rocco, Ciro y Luca) abandonan su tierra natal, Lucania (la actual Basilicata), para emigrar a Milán en busca de trabajo y oportunidades que les permitan mejorar sus condiciones de vida. Allí encuentran a Vincenzo, el hermano mayor, que trabaja de albañil pero que está relacionado con el mundo del boxeo.