Desesperados por lo que ellos llaman la maldición de Infierno, Chuck y su socio Harold deciden atracar un banco para arreglar su maltrecha avioneta y salir de un perdido pueblo de Texas que no les ha traído más que desgracias. El día del atraco las cosas no pueden salir peor, aparecen dos atracadores más, Chuck recibe un balazo y además se ve obligado a esconder el dinero en los servicios del propio banco. Para acabar de rematarlo se enamora perdidamente de Layla, una de las policías que lleva el caso. (FILMAFFINITY)