Tras estrellarse en una aldea de magos y caer prisionera, Aileen descubre que los disturbios forman parte de un golpe de estado del clan Levi, y que Lilia está detrás. Tras animar a Elephas, que servía en secreto a la emperatriz viuda y ha sido tachado de traidor por sus amigos, Aileen escapa de prisión y ambos se dirigen raudos al Castillo Imperial para salvar al clan Levi y a Claude, que está condenado a ser purgado. Sin embargo, se enfrentan a Lilia, que una vez más sostiene la Espada Sagrada en su mano.