Es el primer día en la casa de Sesemann para Heidi, y cuando baja de la cama recuerda estar en Frankfurt y no en las montañas, inmediatamente recibe tanta nostalgia. La Sra. Rottenmeier (que siempre la llamará Adelaida) explica inmediatamente las reglas de la casa: desayuno a las 08:05, almuerzo a las 10 am y almuerzo a las 12 horas. Heidi comienza sus clases particulares con Clara, pero olvidando pronto la presencia del maestro y del propio Clara, en lugar de prestar atención a las lecciones, se duerme y sueña con estar en las montañas. A partir de ahí empiezan los primeros problemas que harán que la señora Rottenmeier se vaya de la nada que se está convirtiendo cada vez más desesperada. Clara, por el contrario, le gusta la compañía de Heidi y le promete no dejarla más.