Ayumi va camino a casa cuando ve una luz extraña en una casa abandonada, en la cual se produjo un asesinato hace años. Al final, convence a sus amigos para ir allí. Los chicos están muertos de miedo, aún repitiéndose que los espíritus no existen. Pero algunos hechos y ruidos hacen pensar a Conan que algo pasa realmente en esa casa, y no es precisamente un cuento de fantasmas.