Con la ayuda de sus antiguos rivales, los Heavenly Kings, el equipo parece que por fin hará frente al poder de la Flota Ixar, pero al cabo de poco, la incesante presión empieza a poder con ellos, y pronto se quedan sin furas. Un recuperado Arion y sus amigos salen al campo en el segundo tiempo... pero ni tras un descanso son capaces de detener el despiadado poder del increíble equipo de Ozrock.