Fujimaru recupera con éxito la tablilla de arcilla de Gilgamesh y, sumido en un profundo sueño, recuerda su encuentro con el Rey de los Magos en Londres, la Cuarta Singularidad, que renueva su comprensión de la importancia del Santo Grial final. Mientras tanto, Merlín sospecha que las Bestias Demoníacas del Muro Norte están planeando un ataque a gran escala y lleva a Fujimaru y compañía al Muro Norte. Allí ven a un pelotón comandado por Leonidas I que lucha. Una vez allí, Fujimaru y compañía escuchan de Ushiwakamaru que la comunicación con la ciudad fortaleza de Nippur al norte se ha cortado, y se dirigen hacia Nippur.