Manuela desiste de entregar a Paloma a las autoridades, sondea que tal vez lo mejor sea pedir ayuda a su familia. Manuela se reencuentra con Héctor, su antiguo novio, descubriendo que es policía. Héctor rememora, con cierto resentimiento, el abandono de Manuela y su incomprensible alejamiento. En la investigación, la posibilidad de encontrar a la pequeña Alba con vida cada vez es menor.