En Gambia, África Occidental, Kunta Kinte, hijo de Omoro y Binta, se distingue en los rituales de formación masculina. Pero él no disfruta de su nueva condición mucho: los traficantes de esclavos que barren el campo lo capturan. Encadenado con otros cautivos, Kunta comienza una odisea agonizante hacia el Nuevo Mundo.