En las comunidades campesinas de Fuerteventura, cuando las cosechas estaban recogidas y los trabajos del campo terminados, se reunían grupos de hombres que bajaban a la costa o marea, como se la conoce en la isla, para mariscar y pescar. Esta costumbre se mantuvo viva hasta hace pocos años y quienes la practicaban eran conocidos como mariantes.