En seis meses han aparecido tres adolescentes asesinadas, victimas de violación, con una particularidad común: un tatuaje de pata de perro en su espada. Los detectives Stabler y Beck investigan el tatuaje que les lleva hasta una casa de acogida para muchachas jóvenes. La última víctima era una de tantas chicas que trabajan en la calle para un hombre llamado Víctor. Durante una redada, los inspectores retienen a una de las chicas con el tatuaje, a la que convencen para que les ayude a conseguir pruebas para detener Víctor.