Frank Lopsis es el propietario de un desastroso sello discográfico. Poco a poco sus artistas empiezan a dejarle y el último con el que contaba, Jibé, le da un ultimátum. El nuevo disco que acaban de lanzar será el último. Frank, al borde de la bancarrota y sin artistas decide que la única solución es planear el asesinato de Jibé y hacerlo parecer un suicidio. Pero cuando Agnès es enviada a investigar el caso pronto se dará cuenta de que tal vez "el suicidio" ha sido sospechosamente perfecto.