Este episodio da el contexto de la invasión alemana de la Unión Soviética y el confiado avance alemán a través del país hasta Stalingrado y el río Volga. Allí, los alemanes encontraron un frío intenso. Bombardearon la ciudad sin piedad, pero el Ejército Rojo se incrustó y astutamente usó francotiradores para mantener a los alemanes fuera de equilibrio.