Hiroki está muy contento porque Tsukasa y él han conseguido abrir una tienda propia. Sin embargo, la alegría le dura poco porque Katsuragi le arrebata a Tsukasa para hacer otro trabajo. Esta vez, su misión será controlar a un miembro de la mafia china, Inui, para asesinar a una persona importante. No obstante, no le resultará tan sencillo manipular los recuerdos de Inui.